Este trabajo ha sido realizado por los alumnos y alumnas de 5º y 6º del Colegio Púlico San José de Calamonte.

LA FERNANDINA

RESEÑA HISTÓRICA:
    Transcurre esta ruta por caminos que tiene mucho que contar. Es el camino de Mérida que tantas veces ha sido transitado a pie y en monturas por nuestros padres y abuelos.  También por el uso que hacemos de la Ruta de la Plata cargada de muchos siglos de historia.
Otro de los motivos de hacer esta ruta no es otro que llegar  a uno de los parajes más lejanos donde los calamonteños llegaban a cultivar principalmente cereales.
    La finca de “La Fernandina”, aunque alejada de Calamonte, ha sido trabajada por muchos calamonteños, y aún lo es en una de las partes en que se dividió por cuestiones de herencia.
    Así mismo del horno de ladrillos, conocido como “del gato”, se han servido y se sirven, desde antaño, los constructores de nuestra localidad. Sobre el nombre del paraje “Donde el Mocho mató al gitano”, su nombre lo expresa todo y no merece más mención, pues las versiones son varias.
ITINERARIO:
    Salida por la Avda. Espronceda en dirección al camino de Mérida. Tras cruzar el ferrocarril, a la altura de la Huerta de Molina, cogemos el desvío de la derecha, para dirigirnos hasta el nuevo trazado de la carretera que tomamos. Cruzamos la autovía y giramos a la derecha a la altura de la rotonda, en dirección al secadero de cereales. Cruzamos la carretera y tomamos el camino de la izquierda del secadero, descendiendo hasta un paraje conocido por los agricultores como “Donde el Mocho mató al gitano”. Allí nos encontramos con el antiguo camino de Mérida a Almendralejo,  que
no es otro que la Ruta de la Plata, la cual tomaremos hacia la derecha  durante aproximadamente unos 200 metros, abandonándola hacia la izquierda, para adentrarnos entre chaparrales, hasta alcanzar el alto, saliendo del chaparral y topándonos con una alambrada.
    Seguiremos el camino hacia el sudeste, y de nuevo nos encontramos con otra cancela que rebasamos. Siguiendo el camino coronamos un lato, desde el cual se divisa un horno de ladrillos y el río. Cruzamos la carretera junto al horno hasta alcanzar el camino paralelo al río, que tomamos en dirección Mérida. Dicho camino, recientemente arreglado, coincide en un gran tramo con la Cañada Real de la Zarza. Llegados al puente, cruzamos la carretera de Alange y nos dirigimos hacia la izquierda por un camino para girar de nuevo a la derecha, pasando por una huerta en dirección al paraje de La Heredad.  Ascendemos dicho cerro, hasta llegar a la carretera. Cruzada esta, nos dirigimos hacia la derecha, para cruzar la autovía, por el nuevo paso del camino de Mérida, el cual seguimos hasta Calamonte.
ENTORNO:
Reúne esta ruta varios tipos de paisajes, siendo algunos más vistosos que otros.
Tras cruzar el ferrocarril encontramos parcelas de frutales y regadíos, que rápidamente desaparecen.
Pasamos la “increible” escombrera de Calamonte a menos de 1 Km. de la localidad y hasta tomar el camino de la izquierda del secadero, podemos observar huellas de las obras de la autovía, en cuanto a rellenos y movimientos de tierras. A partir de este camino encontramos olivares y viñedos, sin olvidar una granja que nuestro olfato se encargará de recordarnos.
Tras pasar un corto envinar hasta el río nos espera unos cerros que normalmente son sembrados de cereales, corresponden a las tierras de La Fernandina. Una vez abandonado el río, ya dentro del paraje de La Heredad, vuelven los olivares y viñas en cerros de gravas, algunas de ellas abandonadas por su vejez.
Desde lo alto de estos cerros, si echamos la vista atrás, podemos disfrutar de una bonita vista de Mérida.
MAPA: